jueves, 1 de diciembre de 2011

A SEIS MESES DE UNAS DIFÍCILES ELECCIONES

Estamos a seis meses de las elecciones y cada día el panorama se torna más negro. El impase de la Junta Central Electoral ha sido tortuoso. Desde ayer, tres de los cinco jueces respaldaron la recomendación de Monseñor Agripino Núñez Collado de que la institución se libere de todo aquello que pueda sembrar dudas. Con esta posición juiciosa, el conflicto podría llegar a un acuerdo pero el PLD tiene una posición radical. Vamos a ver en que para esto.

Lo que es impostergable es sacar la estructura partidaria del gobierno actual y salir del PLD en estas elecciones del 2012. Y más ahora que lleva como vice el PLD a la esposa del Presidente Fernández, Margarita Cedeño, lo que significa seguir con su poder.

El autoritarismo del Presidente en estos ocho años de gobierno ha sido fuerte. Ya lo había manejado su antecesor Joaquín Balaguer. Claro, el Presidente Fernández, lo ha tenido que llevar actualizando los tiempos. Pero autoritarismo también es: el de emplear el presupuesto de la nación en sentido personalista, ignorar a las leyes y la constitución del país, comprar los diputados y senadores, para tener mayoría en ambas cámaras y manejar el país a su antojo.  También la permisividad de su gobierno ante la corrupción y el lavado de dólares, que hiso que el país no sintiera la crisis económica que venía caminando y hoy nos arropa a todos los dominicanos.

El Presidente Fernández con su figura presidencial sustituyó la institucionalidad; eso se llama autoritarismo y ha llevado al país a la pobreza que se encuentra hoy.

Para muchos dominicanos hace unos ocho años, antes de ser gobernante, Leonel Fernández era una esperanza. Tenemos una cuota de culpabilidad, cuando comenzó a gobernar y no llevó una práctica limpia del funcionamiento del estado, por lo que debimos alzar nuestras voces, pero hubo una inercia del pueblo en todos estos años y la oposición de los partidos políticos no se sintió.

El Presidente enriqueció a sus funcionarios y progresaron económicamente en forma sospechosa y con una gran rapidez se convirtieron todos en millonarios. El Presidente desde el primer momento de su gobierno tenía la intención de perpetuarse en el poder, y sus funcionarios serian sus aliados, como así ha sido. Fue tal la desfachatez de la exhibición de sus bienes y su bienestar económico  que irritaron al pueblo de tal forma que en el país se ha desatado una violencia de forma incontrolable porque el pueblo se encuentra en una frustración colectiva. “El país se está convirtiendo en un barril de pólvora”.

El Informe de Competitividad Internacional del Foro Económico Mundial nos ha colocado en los primeros de los países en malversación de fondos públicos.

Esta semana el embajador de Gran Bretaña al hablar en un evento oficial donde estaba el presidente de la Suprema Corte de Justicia y el Procurador General de la república denunció:  que por inconvenientes asociados a la corrupción una importante empresa británica se fue del país y que otra ha sido objeto de una tentativa de soborno muy grande. Ante esta denuncia de un embajador, no se le ha prestado la debida atención que merece.

Para estas elecciones del 2012 es difícil enfrentarse al partido del gobierno. El pueblo y el PRD deben estar preparados para saber que van a confrontar un poder económico muy grande con un dominio absoluto de los recursos del estado, sin escrúpulos para utilizarlos. Serán las elecciones más costosas de la historia ya que el presidente Fernández dijo que tenía 40 mil millones para estas elecciones, sin contar con las instituciones que dan dinero y todo el recurso del estado.

Sobran razones para salir de este gobierno que tiene una estructura de poder con intenciones claras de establecer un régimen acaudillado. Hay que unirse al otro contrincante, Hipólito Mejía, para salir de esta podredumbre del PLD. Hay que confiar que Hipólito Mejía, con la experiencia del estado, hará un mejor gobierno que el anterior, donde tuvo que hacer frente a la crisis bancaria que venía caminando desde los años y gobiernos anteriores, donde podemos incluir a Balaguer y Leonel Fernández. Hipólito Mejía ha expresado que hará un gobierno de unidad nacional y vamos a confiar en su experiencia de estado ante la situación que dejara el  gobierno de Leonel Fernández.

La deuda con la banca local superó los RD$ 80,000 millones en abril, los US$ 250 millones en bonos soberanos. Al no contar con el apoyo del FMI su programa financiero se le vino abajo y tiene que cubrir el diferencial que genera la falta de los ingresos previstos en el último acuerdo en unos US$ 600 millones. Un panorama muy difícil que deja el Presidente Fernández al próximo presidente y al pueblo dominicano. 

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