Hoy, al leer el artículo del Señor Andrés Mateo en el periódico Hoy, quedé como él dice en su artículo: “atragantado en la garganta, inútil para explicarme tanta indolencia ante la desgracia humana”. De nuevo, otros 56 dominicanos que se los traga el mar, huyendo del hambre y de la miseria. Yo escribo hoy porque es un dolor que me acribilla el alma, desde los primeros dominicanos que se fueron en yola y no llegaron.
“Se van al mar…buscando en otras tierras la negación de la suya”.
El Presidente Fernández, que juró ante la Biblia y la Constitución ser Presidente de todos los dominicanos, ha incumplido esta promesa. Hoy, a los días de esta tragedia, el Presidente no ha hablado una palabra. Lo hemos visto feliz y contento inaugurando en su campaña proselitista. ¿Por qué a esos dominicanos se los tragó el mar? Por el mal gobierno del Presidente Fernández, que solo ha gobernado para unos, a los que ha querido enriquecer para utilizarlos en su campaña. Y el gran olvidado de su gobierno ha sido el pueblo pobre.
“El horizonte es el fin de sus penurias y en la playa solo quedan la angustia y el sollozo. No vuelven nunca más”. Hoy, el pueblo, la prensa, la televisión, solo hablan de esta tragedia, menos el Presidente Fernández y su gobierno. Solo ha levantado la voz el Senador Peledeista Julio Cesar Valentín, para despectivamente llamarlos aventureros. ¿Qué puede esperar este país de la continuación de este régimen? Con un Presidente que no se conmueve ante la desgracia de los infelices, los que no tienen esperanzas en la vida. Y como dice el artículo de Andrés Mateo: “Y si estos no son muertos de la ira de Dios, son muertos de los presuntuosos y los corruptos”. Estos muertos son muertos de la miseria con que ha tratado este gobierno a los pobres. Son muertos de la desigualdad, de la injusticia, de la mentira, de las riquezas de unos que ha llevado a la miseria a los pobres. Son muertos de la impunidad suya Doctor Fernández. Estos muertos, Presidente Fernández, son sus muertos y el fracaso de su gobierno.
“Se van al mar…sin esperanza. No vuelven nunca más. Solo queda como un eco un largo gemido, y surge el grito acusador en la conciencia de los hombres”.
Escribo este artículo hoy por la impotencia que siento; por la indolencia que siento en muchos dominicanos que no se dan cuenta a donde nos lleva el Presidente Fernández. Permítanme recordarles los acontecimientos de hace 50 años. Hoy estamos en el camino de someternos a una nueva dictadura. Que este pueblo no la va a tolerar. Presidente Fernández usted no actúa con transparencia. Juegue limpio Señor Presidente.
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